miércoles, 6 de abril de 2016

De acuerdo al tipo o modalidad del ejercicio

En los ejercicios de intensidad baja o moderada, las grasas irán ganando protagonismo como principal sustrato energético según va avanzando el ejercicio, y la oxidación de los hidratos de carbono va siendo menor.

La contribución de las grasas al aporte energético puede llegar a ser hasta del 90%  en el ejercicio de muy larga duración. La disponibilidad del glucógeno muscular es uno de los principales determinantes para que, según progresa la duración del ejercicio, aun manteniéndose una misma intensidad submáxima, las grasas, junto con la glucosa circulante, vayan aumentado su aportación al gasto energético total.


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